Como lo hemos recordado en las clases presenciales, en nuestra lengua hay diferentes clases de palabras o categorías gramaticales que usamos con distintos fines: nombrar objetos o personas, describir cualidades, expresar acciones… Cada una de ellas tiene unas características propias que nos ayudan a diferenciarlas y que es preciso tener en cuenta en la construcción de nuestros mensajes.
EL SUSTANTIVO
Es la clase de palabra que nombra personas, animales, objetos, lugares, sentimientos e ideas, es decir, todo aquello que nos rodea en la realidad y en el mundo de las ideas y las emociones.
A continuación podemos ver un mapa conceptual de la clasificación semántica de los sustantivos, es decir, de acuerdo a lo que significan.
CLASIFICACIÓN DEL SUSTANTIVO
Los sustantivos se clasifican, según su significado, en:
• Comunes y propios. Los nombres comunes designan a seres u objetos que pertenecen a la misma clase y comparten, por tanto, los mismos rasgos (silla, ciudad). Los nombres propios son aquellos con que designamos e identificamos a personas o lugares concretos (Juan, Catamarca).
• Concretos y abstractos. Los primeros se refieren a objetos o aspectos de la realidad que se perciben por los sentidos (lámpara, camiseta), mientras que los segundos expresan ideas, conceptos que se captan intelectualmente (pereza, amor).
• Individuales y colectivos. Los individuales, en singular, designan unidad (la oveja, el alumno) y los colectivos, en singular, indican pluralidad (la manada, el grupo).
EL ADJETIVO
El adjetivo es la clase de palabra que se emplea para expresar cualidades o características del sustantivo. También se clasifica de acuerdo a sus distintos significados:
EL VERBO
El verbo es la palabra que expresa las acciones efectuadas por personas o cosas o los estados en que se encuentran: Juan salta, La cartera está rota.
Si te fijas en su forma, el verbo se caracteriza por expresar persona (1.ª,2.ª y 3.ª), número (singular y plural), tiempo (presente, pasado, futuro) y modo (indicativo, subjuntivo e imperativo)
Compruébalo en este ejemplo:
Am- (lexema) -ába- (tiempo, modo) -mos (persona y número).
La persona y el número
La persona señala si lo expresado por el verbo corresponde al hablante (1.ª persona), al oyente (2.ª persona) o ni al hablante ni al oyente (3.ª persona):
Yo no iré; Tú me esperarás; Él se ha quedado en casa.
El número indica la cantidad de personas que llevan a cabo la acción verbal: singular (uno) o plural (varios):
Yo no iré/Nosotros no iremos.
El tiempo
El tiempo indica cuándo se ejecuta la acción. Si el hecho ocurre en el momento en que se habla, es el presente: Camino hacia tu casa; si ya ha sucedido con anterioridad, es el pasado: El año pasado estaba en 7.º, y si va a suceder después, es el futuro: El próximo año me inscribiré en 2.º.
A los tiempos del pasado y del futuro les corresponden a su vez diferentes formas simples y compuestas:
• Pasado (pretérito imperfecto, pretérito perfecto simple, pretérito perfecto compuesto, pretérito pluscuamperfecto, pretérito anterior: cantaba, canté, he cantado, había cantado, hube cantado).
• Futuro (futuro simple, futuro compuesto: cantaré, habré cantado, cantaría, habría cantado).
Por su parte, el condicional, en sus formas simple y compuesta, presenta las acciones como probables o hipotéticas: Yo iría contigo si me lo pidieras; De haberlo sabido, habría avisado a Ana.
El modo
El modo muestra la actitud del hablante ante la acción verbal. Indica si el hablante expone la acción como algo real y objetivo (modo indicativo: María salta), como algo subjetivo (modo subjuntivo: Ojalá María saltara; Dudo que María salte. El hablante expone su deseo, temor o duda ante el hecho) o como una orden o petición (modo imperativo: Salta, María).
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